miércoles, 18 de noviembre de 2015

A ver si nos enteramos

Cada vez veo a más gente con una venda
puesta en los ojos.
Incluso he visto gente a la que,
habiendóseles movido un poco,
se la vuelven a colocar correctamente.




Según los datos del INE de octubre de 2015, en Trujillo hay 1.091 personas en paro. El 11% de la población. Dos meses antes, en agosto, los políticos del Ayuntamiento aprobaron subirse el sueldo un 400%. Es decir, destinar del erario público 84.000 euros anuales sólo en gastos de concejales.

Por si fuera poco, nuestra entrañable y turística ciudad pierde habitantes cada año. Eso sí, en algunas guías aparece citada como un enclave turístico que hay que visitar. En otras, no. Cuestión de tarifas. La imagen es la imagen, que diría Monago. Y de eso comemos: pura imagen, pura fachada, como esos edificios obsoletos y huecos que adornan el paisaje cotidiano con su estampa costumbrista: desde el silo al Palacio de la Conquista, por no mencionar iglesias, palacios y jardines cerrados. A esta retahíla somnolienta hay que sumar la incesante proliferación, no menos espectral, del lema "Se alquila" en numerosos negocios hosteleros regentados ya sólo por el musgo y la humedad. En algún momento del sutnami económico sucumbieron ante la falta de clientes, los vaivenes del mercado o la mala cabeza. Pero para eso, para no tener que ver las carencias, la fealdad, para garantizar la ensoñación colectiva, está el equipo de gobierno, con sus zapatos brillantes y sus nóminas relucientes. ¿La oposición? Ni está ni se la espera. Así las cosas, no es de extrañar que haya quienes sigan sin querer ver la realidad (las mil familias sin un sueldo en casa); los que prefieran vivir en la ensoñación del desarrollo (esperando el tren del futuro el presente nunca pasa por Trujillo); los que se apliquen el cuento de la lechera (pretender vivir de eventos, ferias, jornadas puntuales que no solucionan nada); los que se abandonen a la anestesia colectiva (fiestas, fiestas, fiestas de toda índole, haya o no dinero en los bolsillos); Están, por último, los que deciden anclarse en el vano ayer, esa lápida gloriosa que no da limosna.

Cuando el otoño tiende sus redes y las pisadas de los transeúntes riman consigo mismas al cruzar las calles deshabitadas, Trujillo se convierte en Comala. A ambos lados de la misma niebla, los concejales emborronan cuartillas en blanco y desayunan café con churros. Garabatos, palmadita, nómina y pucheros. "Si te he visto no me acuerdo", "si me insultas te denuncio"...    

1.091. 1.092. 1.093.... 

Nadie hace nada. Nadie dice nada. -"Ora pro nobis".

1.094. 1.095. 1.096...

Soportales vacíos, la luna en los escaparates. -"¡Goooool de La Roja!"

1.097. 1.098. 1.099...

Cuando la pobreza se sienta a la mesa, el amor salta por la ventana. -TQ hta pto bss

1.100. 1.101. 1.102...

Sélleme la cartilla. Mierda y disimulo. -¿Con IVA o sin IVA?

1.103. 1.104. 1.105...

"Ay Chíviri, Chíviri, Chíviri..."

1.106... 1.107. 1.108...

Estoy hablando, señores, de un problema de cultura. 

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