domingo, 13 de noviembre de 2011

Eladio Orta en el Aula Literaria Jesús Delgado Valhondo

Flanqueado por una treintena de amigos y lectores, el poeta Eladio Orta (Isla Canela, 1957) "compareció" el pasado martes en la Capilla del Parador de Turismo de Mérida para dar voz a su poesía, descarnada, clara y directa. Lo hizo sin solemnidad, por la vía rápida y desde el centro mismo de sus poemas. Apenas se dirigió al público, empeñado como estaba nuestro autor en alcanzar cuanto antes ese punto de inflexión entre pensamiento ético y lirismo en carne viva que tanto gusta a su lectores y que, en demasiadas ocasiones, reniega del vuelo alto de la palabra para caer en coloquialismos de banda ancha, donde toda vivencia es susceptible de ser vomitada al recipiente sin fondo -ni medida- del poema. Cosas de la ferocidad. Con todo, fue interesante asistir al rosario de experiencias desgranadas con aplastante humanidad por Eladio Orta ante un público que mantuvo el tipo y fue encajando -entre el espanto y la ternura, que diría Silvio- los poemas del onubense.

A la mañana siguiente tocaba repetir con los alumnos de varios institutos de la ciudad. Poco antes de las 12´00 h. y bajo una lluvia fina y constante, fueron llegando al Auditorio del Centro Cultural Alcazaba estudiantes y profesores de los centros Albarregas, Emérita Augusta, Santa Eulalia, Tamujal (Arroyo de San Serván) y Escuela de Arte. Desde el primer momento, la centena larga de chavales allí congregados brindó su complicidad al derroche verbal de Orta, que apenas pisó el escenario eligiendo el patio de butacas como trinchera desde la cual arrojar sus artefactos poéticos. Los alumnos entendieron el gesto -se trataba de otra cosa, otra manera de hacer poesía- y así, jaleadas por el autor, dos muchachas se lanzaron a leer desde  oportunos teléfonos móviles algunas composiciones propias que mostraban por vez primera en público, recibiendo de inmediato el calor y el aplauso de sus compañeros. Todo un triunfo de la poesía en estos tiempos de tecnología e incomunicación.

Con esta actividad concluía la primera de las dos visitas que este año acogerá el Aula Literaria Jesús Delgado Valhondo.

Eladio Orta
El autor junto a Daniel Casado y Antonio Orihuela, coordinadores del Aula.

El público respondió con su presencia.

La Capilla del Parador volvió a llenarse de libros y literatura.

Fotografías cedidas por Eladio Méndez.

martes, 6 de septiembre de 2011

Noticias desde el universo Pneuma


Fiestas en Trujillo. Ocasión idílica que aprovechamos para rematar  la versión #15 de En ausencia de Dios. La última copia que me pasó Rafa casi nos cuesta un sofoco: hubo algún problema -inexplicable- con la mesa y la mezcla no fue buena. Los niveles estaban a cero. Era la puntilla a un proceso que se ha estirado tanto que ya parece nuestra marca de fábrica. Este último tramo de la producción está en manos de Rafa, aunque contará con la masterización de Álvaro y el veredicto final de los cuatro. Cada uno desempeña funciones concretas en Pneuma: Rafa ha asumido el mantenimiento del estudio; Álvaro está de bolos con la orquesta y nos envía los waves que le vamos pidiendo; Manuel se ha trabajado duro el nuevo tema y ha conseguido hacerlo suyo. Por mi parte, una vez grabadas todas las voces y habiendo pulido a fondo la letra suprimiendo algunos párrafos, me dedico más a la cohesión interna, a la motivación constante. No dejan de suceder cosas. Y yo no paro de escribir letras. He terminado ya Hotel Palestina, que será nuestra próxima canción. Estos últimos días he escrito unas cinco o seis. Quizás alguna pueda servir.

La cuadratura del círculo.
Desde la incorporación de Rafa a Pneuma durante el proceso de Las afueras quedó claro que la química era excelente y que teníamos un potencial que desbordaba la concepción originaria de "proyecto de dos + colaboraciones". Rafa tiene hambre de escenario. Y yo también. Por eso, tras incorporar a Manuel a los teclados, nuestros esfuerzos se han centrado en localizar a un buen batería, alguien con gusto, pegada y técnica suficiente como para abordar las composiciones previamente ideadas sobre bases programadas, pero también con la suficiente experiencia como para aportar matices y riqueza a los temas que vayan surgiendo. El objetivo es formar lo que se viene llamando "una banda de rock al completo". Creo que lo hemos encontrado. Sólo el tiempo dirá si la elección es adecuada. De momento nos disponemos a comenzar los ensayos todos juntos en el local, alterando la mecánica habitual. Trabajar sobre secuencias es un lujo de estudio, pero todos tenemos claro que el rock pasa por la coexistencia de cinco músicos encerrados horas y horas en una sala de ensayo. Y en esas andamos.

Quién sabe, quizás en la próxima foto ya estemos los cinco. Entonces -sólo entonces- Pneuma echará a volar de una vez por todas.

martes, 5 de julio de 2011

Tarea para el primer día de vacaciones: releer a Borges

El sueño




Si el sueño fuera (como dicen) una 
tregua, un puro reposo de la mente,
¿por qué si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?

¿Por qué es tan triste madrugar? La hora
nos despoja de un don inconcebible,
tan íntimo que sólo es traducible
en un sopor que la vigilia dora

de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra

y que el día deforma en sus espejos.
¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?




La cifra (1981)


lunes, 4 de julio de 2011

Antagonías

"Inteligencia militar"
"Pacifismo agresivo"
"Desarrollo sostenible"
"Ecologismo industrial"
"Comercio justo"

"Realidad virtual"
"Dominio público"
"Democracia participativa"

"Neo-liberalismo".

miércoles, 15 de junio de 2011

Parábola del que regresa

Un día cerré mi casa a cal y canto y eché a andar. De mis amigos a ninguno escuché. De entre los fingidores a ninguno volví la mirada. Sola y cerrada quedó mi casa. A merced de las hierbas y los gatos; blanco de alguna piedra y los claros de luna; misteriosa -cuentan- y arruinada. Los años han pasado con la desesperada urgencia de las horas. Los meses, como si fueran minutos. Hoy he regresado a la casa llena de hierbajos y macetas oxidadas. Dentro, sobre la mesa podrida, los poemas que no fui capaz de escribir entonces. Al fuego tibio del olvido he ido arrojando una tras otra aquellas hojas. Ahora tengo las palabras, todas las palabras. Y tú, mi solitaria inquilina, regresas conmigo.